Primero que nada, el segundo mandamiento hace referencia y significa concretamente: "No tomarás el nombre de Dios en vano". Pero, ¿a qué se refiere exactamente este mandamientos? ¿nos ordena que tomemos el nombre de Dios en serio? ¿nos manda a utilizarlo sólo en situaciones religiosas? Pues hay varias formas de interpretar esta regla, pero las maneras más básicas a las que se refiere se nos presentan día a día. Por ejemplo, nosotros siempre debemos de alabarlo en la liturgia, si no no le estamos rindiendo culto como tenemos que. También debemos de agradecerle por todo lo que nos ha concedido a lo largo de nuestra vida: salud, familia, capacidades, etc. Ya que nosotros somos meros humanos y no somos perfectos, debemos acudir a Dios por ayuda y protección. Ahora, existen personas que cuando no cumplen estas obligaciones están cometiendo pecados en contra de este mandamiento. La blasfemia es uno de estos pecados, y se nos presenta día a día, como cuando las personas insultan a Dios, la Virgen, o incluso los santos. Y también, ¿cuándo no hemos oído de alguien el juramento sobre Dios? ¿Acaso nunca ha alguien jurado por Dios para que parezca que está diciendo la verdad? Existen varias formas de insultar y pecar en contra de Dios, y particularmente en contra de éste mismo mandamiento, pero lo que nos pide a final de cuentas es prácticamente lo básico que tienes que hacer como católicos. ¿Acaso se volvió una necesidad jurar sobre Dios para demostrar que dices la verdad? ¿Acaso rendir culto a Dios por lo menos un día a la semana y acudir a él por nuestras necesidades se ha vuelto todo un martirio? "No tomarás el nombre de Dios en vano" es simplemente una manera de decir, en mi propia perspectiva, que tienes que respetar, rezar, y amar a Dios de manera que cumplas tu deber como católico en la Tierra.
