La veracidad
La veracidad es aquella expresión sincera de lo que uno conoce y siente en su interior; es la virtud de mostrarse verdadero en los actos y palabras. Jesús nos enseñó el ejemplo y llegó al nivel de ser reconocido por sus enemigos, muchos de los cuales se generaron debido al hecho de que Jesús solo hablaba verdades, pero a la mayoría de la gente no le agradaba. Él nos demuestra que la veracidad es la virtud de nobleza en la convivencia humana. Es completamente verdadero que no siempre se puede estar libre de error, de nuevo insistiendo el hecho de que nadie es perfecto, aunque sí siempre se puede ser veraz. Dios nos manda ser verdaderos, sin importar las circunstancias.
La convivencia entre los seres humanos no se puede alcanzar si no existe la confianza de unos a otros, ya que sólo así pueden estar convencidos de que se están diciendo la simple y única verdad. Por ejemplo, si tú estuvieras platicando con un amigo con el cual te llevas muy bien, pero al día siguiente te enteras de alguien más que tu amigo te estaba mintiendo y lo que te dijo no se parece en lo absoluto a la verdad, ¿seguirías confiando en tu amigo? Lo dudo muy seriamente.
Finalmente, Dios generó la veracidad para que nosotros pudiéramos gozar de los beneficios de la verdad, los cuales se deberían obtener inmediatamente porque la mentira desobedece a Dios. Dios nos proveyó esta capacidad para que exista armonía en nuestra convivencia.